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martes, 24 de abril de 2012

CULTURA EN VENEZUELA


              TAMBOR EN VENEZUELA

ORIGEN DEL TAMBOR

El uso del tambor ha sido muy extendido en el mundo, se pueden encontrar tambores en cualquier rincón del planeta, Los primeros tambores, según lo evidenciado en los yacimientos arqueológicos, fecha del período neolítico. Un tambor encontró en ahuecar de la Moravia, fecha 6000 de A.C. e otras, encontró en la antigua Suméria, de 3000 a.C. En Mesopotamia han sido encontrados tambores pequeños proximadamente encontrados (tocados tanto vertical como horizontalmente) anticuados de 3000 que Tambores a.C. con las pieles filtradas había sido descubierto entre los dispositivos egipcios, de la CA 4000. Los primeros tambores consistieron en probablemente un pedazo del tronco hueco del árbol (perforado). Estos troncos fueron cubiertos en los bordes con las pieles de reptiles o del cuero de pescados y eran percutidos con las manos. Más adelante, fue comenzando a utilizarse las primeras pieles más resistentes. El tambor con dos pieles vino más adelante, así como la variedad de tamaños, materiales y dimensiones. Muchos métodos habían sido utilizados para fijar las pieles. En los tambores de una piel eran pregos, calambres, pegamento, etc usados. En los tambores de dos pieles eran las cuerdas usadas que pasaron para las punturas hechas en la piel apropiada. Los tambores europeos más modernos tenían generalmente la piel enparchada por la presión de dos aros, de el que esta contra el otro y de la piel por la madera.
El origen del término castellano "tambor" procede del persa tabir, sufriendo modificaciones del árabe, llamándose Tabl, Tbal, Tbel, introduciéndose en España con el nombre de Tabal; según la definición de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) la palabra "tambor", quizá del ár. hisp. *tabbūl, hipocorístico del tabál) se define como instrumento musical de percusión, de madera o metal, de forma cilíndrica, hueco, cubierto por sus dos bases con piel estirada, que se toca con dos palillos, otras formas antiguas castellanas son las de atambor atamor, cuya primera documentación se localiza en el poema del Mío Cid (S.XII):
"Que priesa va en los moros! E tornáronse a armar,
ante roído de Atahores la tierra querié quebrar..."
La gran mayoría de la familia de los tambores están incluidos dentro de la categoría de los membranófonos, o sea, instrumentos que producen sonidos al accionarse una membrana en tensión (claro ejemplo de los tambores que integran las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo), no obstante, pueden ocasionalmente localizarse tambores dentro de la categoría de los idiófonos (del griego Idio: propio y Fono: sonido), instrumentos fabricados de materiales sonoros que suenan al percusionarse, como es el caso de un tronco hueco -ejemplo presentes en el Museo del Tambor de Tobarra del poblado de Cibee (Indonesia) o del Tam-Tam de la Repúbica de Camerún.
A lo largo de la historia, el tambor ha sufrido también las migraciones y evoluciones fruto del desplazamiento de una cultura a otras regiones.
Los tambores, junto con otros instrumentos de percusión, fueron posiblemente de los primeros instrumentos musicales utilizados por el ser humano.
Existen evidencias prehistóricas acerca de la utilización de pieles tensadas, colocadas en las bocas de troncos huecos en el sudeste africano, llegándose a la conclusión que provenían de animales acuáticos como peces y reptiles, para luego ir derivando en membranas curtidas de mamíferos (burro, oveja, cabra, etc) que lograban un efecto sonoro más potente y una mayor resistencia y durabilidad, así como el disponer facilmente de los materiales.
En diferentes regiones del mundo, el tambor poseía y posee en la actualidad, infinidad de aplicaciones: como instrumento rítmico por excelencia; para comunicación en grandes distancias, participación en desfiles ceremoniales o procesionales así como de utilización pagana durante la semana de pasión de cristo, o en rituales sagrados asociado a lo ceremonial, sacro o simbólico, de variada índole, de acuerdo a la creencia generalizada de su poderes mágicos, asociándolo a la voz sagrada de los dioses, a la palpitación de la tierra, a los mitos de fecundidad, etc.
Utilización del tambor
En zonas de África los tambores simbolizan y protegen a los reyes de la tribu y son conservados en lugares sagrados. En el Asia central y Siberia, y entre algunas tribus indígenas del norte de América, los tambores planos, con una o dos membranas, sirven como instrumentos rituales para los hechiceros. La pandereta, con o sin sonajas, es un descendiente de los tympanum de la antigüedad grecorromana, que se utilizaban en los ritos sagrados y en las fiestas populares. Consistían en un parche tensado sobre un círculo de madera. La primera vez que se utilizaría un tambor en la orquesta sinfónica sería en el S.XIX en la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, la más larga de todas las que compuso, 72 minutos; la pandereta se introduciría en el siglo XIX, para evocar ambientes españoles como en la Rapsodia española de Maurice Ravel o en la ópera Carmen de Georges Bizet.
Los conjuntos de membranófonos se utilizan frecuentemente para comunicarse. En África imitan la prosodia de la lengua y transmiten mensajes desde largas distancias. La caja, o tambor militar, usado en la infantería europea, comunicaba órdenes a los soldados y acompañaba su marcha.
El uso musical varía desde marcar un pulso sencillo, hasta producir complicados ritmos. En la música clásica islámica e india los tambores tejen intrincados ritmos para acompañar a la melodía. En África, agrupaciones de tambores ejecutan elaborados patrones rítmicos de diferentes tamaños y duraciones, superpuestos y conjuntados por el tambor maestro.
En España los usos más comunes y mayoritarios son los tambores de bandas de música (conocidos como “cajas”) y de tambores y cornetas, civiles y militares o de orquesta y percusión (bongos y timbales), sin embargo su popularidad y extensión se debe a su uso en las celebraciones religiosas, principalmente Romerías y de Semana Santa localizados mayoritariamente estos últimos en dos zonas geográficas: la Ruta del Tambor del Sureste Español (Tobarra, Hellín, Agramón, Mula y Moratalla) y en los pueblos integrantes de la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón (Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén), y en poblaciones como San Sebastián (tamborradas) o Baena (Córdoba), ejemplares de estos tambores pueden encontrarse en el Museo del Tambor de Tobarra (Albacete), Cuna del Tambor que incluso dedicaría un importante y reconocido Monumento al Tambor llamado "La Evolución" de Jesús Batanero
 
HISTORIA DEL TAMBOR EN VENEZUELA
El tambor, ese instrumento de percusión cuya sonoridad evoca imágenes de goce y diversión, más allá del efusivo ritmo que emana su cuero, su repique está ligado a rituales espirituales que son producto de la herencia que nos dejó la música africana, fusionada con las tradiciones religiosas de los conquistadores.
Vivos desde la época de la Colonia, en los meses de mayo y junio, en Venezuela los golpes de tambor acompañan las festividades del Corpus Christi, con sus diablos danzantes, y Cruz de Mayo; así como los tributos a San Juan, San Pedro y San Pablo.

A ninguna de estas expresiones se les puede quitar lo’ bailao o lo cantao’, porque son muchos los cultores populares que con el paso del tiempo se han avocado a transmitir tales tradiciones. Sin embargo, aunque en muchas localidades sus pobladores siguen palpitando al son de curbetas, minas, culo e’ puya y demás tambores; gran parte de los venezolanos, desconoce el origen y la importancia de nuestros cultos, fieles representaciones de la identidad afrovenezolana.

Los tambores suenan sabroso, pero mucho más rico es acercarse, meterse en el medio del baile o la procesión, prestarle atención a los cantadores y descubrir de dónde venimos
El 24 de Junio es el día más largo del año, posterior al solsticio de verano, ese día en los estados centrales Aragua, Miranda, Vargas y parte de Carabobo, entre otros muchos de nuestra Venezuela, se celebra una fiesta que reúne infinidad de devotos, se trata de la Fiesta de San Juan Bautista, antigua tradición en la que se realizan diferentes actos religiosos y culturales durante la medianoche, el amanecer y la noche de la celebración.
LA FIESTA DE SAN JUAN
Se trata de la celebración del nacimiento del santo, (único santo junto con el Niño Jesús al que se le celebra el nacimiento) y reúne quizás la mayor cantidad de creyentes y devotos. Esta fiesta coincide con la entrada de las lluvias...
La noche anterior, el 23, se dejan ver los adornados altares que ocupa el santo y al ritmo de tambores se realiza el Velorio de San Juan, la noche es larga y transcurre acompañada de licor y tambor. El 24 en la mañana, bien temprano se prepara el santo para salir de la casa donde esta guardado, sobre la cabeza o brazos del que sea su guardián es llevado a la iglesia acompañados de devotos y seguidores a recibir los honores de una solemne misa que una vez concluida marca de nuevo el comienzo del repique de los tambores...
Una procesión recorre el pueblo, el santo va recibiendo dádivas, agradecimientos y reconocimientos, cada cierto tiempo la procesión se detiene y rinde a viva voz homenaje a San Juan, los bailes al ritmo del tambor se dan en cada parada, los tambores suenan fervientemente, en el baile el hombre acosa a la mujer y esta, entre ritmos eróticos y provocadores se le escurre, todos llevan pañuelos de colores que agitan en todo el camino, esta procesión de gente se dirige a la casa de donde salió el santo, allí se reúnen y continúan la celebración entre fuegos artificiales, bebidas, tambores y bailes.
En las costas aragüeñas los pescadores de la zona se reúnen y sacan en una procesión marítima al Santo, los peñeros son adornados y hacen un hermoso y colorido recorrido en honor a San Juan que culmina en Ocumare De la Costa, allí se congregan todos los San Juanes acompañados de los grupos de cada pueblo, esta celebración es llamada el encuentro de San Juanes.
Estas fiestas son acompañadas por los tambores, es música de golpe, con ritmo y por supuesto bailable, el canto expresa la devoción al santo, las letras varían y generalmente son improvisaciones que evocan la vida, la esperanza y el amor. Se utilizan diversos tipos de tambores, guaruras, maracas y charrascas, la música va siempre acompañada de danza.
La noche de San Juan es mágica se cree que cortarse el pelo en una noche del 24 de Junio le hará tener buena suerte y verter un huevo en un vaso de agua le permitirá según la forma que tome observar el futuro. Lleva runa ramita de ruda detrás de la oreja lo protege...
Las fiestas de San Juan son famosas, plenas de magia y encanto, noche de tambores y baile, el santo es dueño del espacio, de sus fieles y del alma de la fiesta, San Juan todo lo tiene...San Juan todo lo dá...
 



Muchos fueron los aportes culturales africanos a la construcción de la diversidad cultural venezolana. Esos aportes se expresa en: las comidas como CAFUNGA o el pescado embazurado (sur del lago de Maracaibo).
La arquitectura tradicional: la construcción de casas de bahareque y su distribución espacial donde más predomina como espacio la cocina y antiguamente el fogón.

Las artesanías: construcción de chinchorros y Bungos para la pesca; el pilón, la construcción de instrumentos musicales desde el 
arpa tuyera hasta las variedades de tambores,la construcción de máscaras, entre otras.





El conocimiento de la medicina tradicional para tratar picaduras de culebras, elaboración de guarapos para contrarrestar fiebres, diarreas, curar culebrillas, torceduras de pie.

Las técnicas de peinados, los llamados loanguitos.

El habla cotidiana de algunas palabras como CHEVER (origen EFIK-EFOK), Bilongo (origen KONGO), Malembe (origen KONGO), MANAMANA (YORUBA),

En las fiestas tradicionales venezolanas donde se expresan esos aportes con mayor énfasis y creatividad. Las fiestas de los santos católicos que impuso la iglesia católica hace muchos años, al combinarse con la música, las danzas y ciertas tradiciones africanas, estas fiestas se convirtieron en FIESTAS AFROCATOLICAS.

Las principales fiestas afrocatólicas son las siguientes: San Juan Bautista, se celebra en la mayoría de la comunidades afrovenezolanas, todos los 23, 24 y 25 de Junio. Existe una variedad de danzas e instrumentos musicales y cantos en homenaje a este santo. En comunidades de las costas de los estados Aragua, Carabobo, Vargas, así como en Yaracuy y estado Guárico el tambor que más predomina se llama tambor Cumacao y tambor Quimbangano. También existen las llamadas cajas y tambor Clarín con sus variedades de golpes.

En el Estado Miranda, en las regiones de Barlovento, es una fiesta grande, sobre todo en Curiepe donde existe San Juan Bautista y el San Juan Congo. Allá intervienen los tambores culepuya o tambor redondo, así como el tambor grande llamado Mina y Curbata. En los valles de Guatire y Guarenas San Juan Bautista se encuentra con San Pedro, el día 28 y 29 de Junio a golpe de tambor y danzas donde resalta la esclavizada María Ignacia, como una de las leyendas que dan origen a esta festividad.

En la Sierra de Falcón, en la comunidad de “La Chapa” esta fiesta se realiza con cantos y tambores serranos.

Las fiestas de San Antonio está localizada en el Estado Lara y muy concretamente en el Tocuyo, algunos conocen esta festividad como Tamunangue pero tradicionalmente es conocida como Sones de Negros.

En el Sur del lago de Maracaibo, Estado Zulia se le rinde devoción al santo afrocatólico San Benito de Palermo acompañado de tambores Chimbangueles su celebración comienza el 26 de Diciembre y culmina el primero de Enero de cada año. Cuando a San Benito lo van a sacar de la iglesia sus devotos le ejecutan intoque de chimbanguele llamado Aje, y Aje es un Dios africano de las aguas del antiguo Dahomey, lo cual nos demuestra la presencia africana en las fiestas afrocatólicas.

Tip Informativos
Tambores Sucre al Son de Aragua.


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